Comunicado ante el traspaso de fondos públicos a la Banca

dimecres, 15 d’octubre del 2008

Desde el surgimiento del Partido Humanista en 1984 hasta el momento actual, los humanistas hemos venido denunciando a la especulación y la usura como factores que están demás entre la relación capital-trabajo. También hemos propuesto en nuestros programas a todos los niveles la necesidad de contar con una BANCA SIN INTERES. Hoy en el contexto global de crisis del sistema financiero internacional, los Estados intervienen en el MERCADO inyectando sumas astronómicas a los Bancos Nacionales.
Estas inyecciones están avaladas por toda suerte de opinólogos que en las tertulias “prime time” de todos los media equiparan BANCA = ECONOMIA, haciéndole creer a los públicos que los recursos salen SIEMPRE de los Bancos y no del trabajo del pueblo. Este robo al pueblo perpetrado por los políticos de turno de todos los bandos, muy pronto afectará fuertemente (mucho más de lo que sucede ahora) a todo el sistema sanitario, el sistema educativo y las pensiones que verán mermados sus recursos cada vez más parcelados. Todo esto sucederá a una velocidad tal que dejará perplejos a nuestros ingenuos ciudadanos.
Para los humanistas inyectar dinero al sistema de Banca actual aparte de ser una medida coyuntural que retrasará lo inevitable -el colapso de todo el sistema financiero usurero y especulador- es seguir ejerciendo la misma violencia económica que esta ya asfixiando cada vez más ampliamente al sistema productivo y a los individuos. Este orden social perverso nos encierra en un círculo vicioso que se realimenta y proyecta a nivel global del que ya no puede escapar ningún punto del planeta.
Ha llegado el momento de los pueblos, de decidir en qué condiciones queremos vivir. Hoy el paradigma de sociedad actual basado en la riqueza y el poder se cae. Únicamente poniendo todo en función de la salud y la educación, los complejísimos problemas económicos y tecnológicos de nuestra sociedad tendrán el enmarque correcto para su tratamiento. Procediendo de otra forma no se podrá conformar una sociedad con posibilidades evolutivas y la violencia en todas sus formas seguirá creciendo exponencialmente.